Sánchez Haro aplaude el espíritu emprendedor de un sector hortofrutícola que aporta 2.300 millones de euros en Almería

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha aplaudido, “porque es la clave de su competitividad”, el carácter emprendedor de un sector hortícola que aporta 2.300 millones de euros en Almería. El responsable del Gobierno andaluz ha ensalzado con estas palabras, en el marco de los IX Premios del Levante Almeriense promovidos por el diario La Voz de Almería, “el empuje y el empeño” de un campo que mantiene una firme apuesta por la modernización de las infraestructuras y la mejora del tejido productivo como un puente directo hacia la generación de un mayor valor añadido.

Sánchez Haro ha refirmado, en este sentido, la “voluntad firme” de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de no dejar de acompañar al sector en ese camino. No en vano, como ha recordado, el departamento que dirige ha puesto 109 millones de euros a disposición de la modernización de explotaciones y otros 30 millones de euros más dirigidos en exclusiva a invernaderos, así como otros 190 millones de euros para el impulso del tejido agroindustrial.

De igual modo, según ha subrayado Rodrigo Sánchez, “hemos articulado 66 millones de euros para la mejora de los regadíos, incluido el incremento de la eficiencia energética”, un capítulo en el que el responsable del ramo ha destacado el proyecto de la comunidad de regantes Sindicato de Riegos de Cuevas de Almanzora, con una inversión de 8,9 millones de euros y una subvención solicitada de 5,14 millones de euros. Todo ello, sin olvidar, los 40 millones de euros (cinco por provincia) convocados para caminos rurales, “para mejorar el acceso a las explotaciones y la salida de los productos para su comercialización”.

El relevo generacional es otra de las prioridades de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. Andalucía, de hecho, se erige en “la comunidad autónoma que más esfuerzos dedica a la creación de empresas agrarias por parte de jóvenes, con una asignación, en sólo dos convocatorias, de 155 millones de euros”, ha dicho Sánchez Haro. De ellos, cuatro millones han favorecido la incorporación al campo de 61 nuevos agricultores y ganaderos en el Levante almeriense.

El sector agroalimentario de esta comarca se ha beneficiado, en total, de 16 millones de euros en incentivos, con seis millones de euros pagados en 2017 a Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH). El Grupo de Desarrollo Rural (GDR) del Levante Almeriense cuenta, por su parte, con 4,5 millones de euros para fomentar la diversificación social y económica de este territorio en el marco 2014-2020, a lo que se suman los 3,38 millones de euros que gestiona el Grupo de Acción Local de la Pesca (GALP) Costa de Almería.

Digitalización

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ofrece también al sector herramientas como el Observatorio de Precios y Mercados o la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), así como el modelo de previsión de cosecha en hortícolas de invernadero, presentada el pasado mes de marzo. En palabras de Sánchez Haro, “queremos que Andalucía lidere la revolución de las nuevas tecnologías”. La comunidad autónoma ya coordina, en este campo, varios grupos especializados en digitalización del sector agroalimentario (Digital Innovation Hubs) bajo el paraguas de un proyecto dotado con 20 millones de euros por parte de la Comisión Europea (CE). Los Grupos Operativos de Innovación contarán en 2018, además, con otra convocatoria de 16 millones de euros, con líneas específicas para la digitalización.

La necesidad de las infraestructuras

Todos estos avances, no obstante, necesitan la “base fundamental” de unas infraestructuras que Almería “espera desde hace muchos años”, la mayoría, como ha apostillado, “de competencia estatal”. Rodrigo Sánchez ha aludido, en este punto, a las hidráulicas, “trascendentales para garantizar la disponibilidad del recurso y mejorar la sostenibilidad”, como el arreglo de la desaladora del Bajo Almanzora, la ampliación de la de Cuevas o el desdoble de la tubería del trasvase del Negratín; de transporte, para que “por fin llegue a Almería la alta velocidad y permita una mejor salida de productos”; y energéticas, como la línea eléctrica de Caparacena-Baza-La Ribina, que “el Gobierno del PP eliminó de la programación”.

Según Sánchez Haro, el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene la oportunidad de revertir la situación de los ocho años de abandono a Almería del Gobierno de Mariano Rajoy en cuanto a inversiones. En este contexto, el consejero ha aseverado que “seguiremos reclamando esfuerzos para reducir el coste del agua desalada”, con la optimización de las plantas y el aprovechamiento de las energías renovables, “pero también con la bonificación prevista en la Ley 1/2018 de medidas contra la sequía”. Con una partida de 11 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado, ha sentenciado, “se lograría que los almerienses no paguemos más de 30 céntimos por metro cúbico de agua desalada”.

La Junta lidera el proyecto europeo ITC-Biochain para la digitalización de las cadenas de suministros de biomasa

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural lidera el proyecto europeo ICT-Biochain para la digitación de las cadenas de suministros de biomasa, una iniciativa que cuenta con otros siete socios de España, Irlanda, Finlancia, Alemania y Reino Unido entre los que se encuentra Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) y prestigiosos institutos y centros como el alemán Fraunhofer o el finlandés VTT. Bruselas (Bélgica) ha sido entre ayer y hoy la sede de la reunión de lanzamiento de estos trabajos que se desarrollarán por un período de dos años, contando con un presupuesto de casi un millón de euros aportado por la iniciativa conjunta Bio-Based Industries Joint Undertaking (BBI JU) en el marco del programa europeo para la innovación e investigación Horizonte 2020 (H2020).

La biomasa es un recurso biológico renovable que puede utilizarse como fuente de compuestos químicos, bioquímicos y bioenergía que sustituyan a aquellos basados en el petróleo y sus derivados, favoreciendo así el desarrollo de la bioeconomía. El proyecto ICT-Biochain utilizará Andalucía y el sudeste de Irlanda como regiones piloto para desarrollar Digital Innovation Hubs o centros de innovación digital que promuevan la aplicación de las TIC, la IoT (internet de las cosas) y la industria 4.0 a las cadenas de suministro de biomasa, de forma que ésta resulte más sostenible y a precios competitivos, lo que ayudará al despliegue de la bioeconomía en la Unión Europea.

La elección de estos dos escenarios responde a la decisión de la UE, adoptada en 2016, que seleccionó seis «regiones modelo de demostración» para liderar el camino hacia la producción de químicos sostenibles. Entre esas regiones se encuentran Andalucía y el sudeste de Irlanda, de manera que la Consejería de Agricultura se encargará de coordinar todo el proyecto mientras que CTA realizará el papel de facilitador regional para la implementación del Digital Innovation Hub en colaboración con la propia Consejería. Al mismo tiempo, el proyecto ICT-Biochain construirá redes con otras regiones clave para el desarrollo de la bioeconomía europea, proporcionando una hoja de ruta y capacitación que promueva la implantación de más centros digitales de innovación para el sector de base biotecnológica en Europa.

El término bioeconomía hace alusión a una economía derivada de la producción de recursos biológicos renovables y la conversión de éstos y los flujos de residuos en productos con valor añadido, como piensos, bioproductos o bioenergía. La bioeconomía se ha convertido en un concepto clave para un desarrollo sostenible y surge como respuesta a los diferentes retos a los que la sociedad actual debe hacer frente, como la garantía de suministro y reparto justo de los alimentos, la mitigación de los efectos del cambio climático y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles.

Estrategia Andaluza de Bioeconomía

El proyecto ITC-Biochain entronca directamente con la apuesta del Gobierno andaluz por una cuestión que tiene su plasmación última en la Estrategia de Bioeconomía Circular 2030, que en la actualidad se encuentra en fase de información pública. Se trata de una herramienta que da respuesta a grades desafíos tales como la alimentación de una población creciente, garantizar el suministro y reparto justo de los alimentos o la mitigación de los efectos del cambio climático y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles.

Esta iniciativa abre además un mundo de oportunidades, de conocimiento y de negocio para las industrias y para la ciudadanía, favoreciendo la transición hacia un modelo económico basado en el óptimo aprovechamiento de los recursos biomásicos de Andalucía. Este modelo mejorará la competitividad y sostenibilidad de los sectores involucrados, con una fuerte implicación en el ámbito rural de Andalucía.

Quién es quién en el proyecto ICT-BiochainCon un marco temporal hasta 2030 y un presupuesto de 1.478 millones de euros, la Estrategia de Bioeconomía plantea un total de 39 actuaciones, entre las que destacan la puesta en marcha de un clúster de bioeconomía y la creación de una comisión interdepartamental para el impulso y seguimiento de medidas y acciones. A esto se unen la creación de un observatorio de bioeconomía, el desarrollo de una metodología para cuantificar y cualificar los recursos biomásicos, la creación de un distintivo para identificar los productos y procesos de la bioeconomía y la apertura de un sitio web específico.

La BBI JU, entidad que financia el proyecto, es un partenariado público privado (Public-Private Partnership o PPP por sus siglas en inglés) que aglutina a la Comisión Europea y las principales industrias europeas relacionadas con la bioeconomía y que dispone de un presupuesto propio para movilizar proyectos, financiado en parte por capital privado y en parte por el programa marco H2020 de la UE. En este partenariado público-privado, la industria está representada a través del consorcio BIC (BioIndustries Consortium), del que CTA es miembro desde 2017.

Los socios del proyecto son, además de la Consejería de Agricultura y la Fundación Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), el Irish Bioeconomy Foundation CLG (Irlanda), el Institute of Technology Tralee (Irlanda), el Teknologian Tutkimuskeskus VTT Oy (Finlandia), el Fraunhofer Gesellschaft (Alemania), la Sustainable Innovations Europe SL (España) y la University of Strathclyde (Reino Unido).