Comienza la campaña de cereales de invierno marcada por la sequía

La recolección de cereales empezó hace semanas en las zonas más tempranas, como Andalucía e incluso se adelantó, menos perjudicada por el clima. Pero en parcelas de Castilla-La Mancha o Castilla y León el calor tendrá más efectos negativos, según han explicado fuentes de las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA.

Por ejemplo, en algunas fincas de Castilla y León, los agricultores han optado por “segar en verde”, ya que las plantas no se llenaron de grano, y destinarán lo cosechado a forraje.

Asaja ha indicado  que la cosecha de cereales de invierno rondará los 13,28 millones de toneladas, una producción mucho más baja de lo esperado y sensiblemente inferior a la media de los últimos cinco años, que estuvo en torno los 15,8 millones.

Asaja ha constatado que los daños “son especialmente graves en la zona centro y norte peninsular”; la superficie total nacional de cultivo se mantiene estable -en 5,6 millones de hectáreas-, excepto el trigo duro, que ve incrementadas sus siembras.

Por zonas, según la organización agraria, el sur peninsular, hasta Ciudad Real, tiene “una cosecha media”, similar al pasado año.

El centro (Toledo, Cuenca, Albacete, Madrid, Teruel, Valladolid y Ávila) “registra pérdidas entre el 10 y el 25 %”, respecto a 2014.

Según han explicado a Efeagro fuentes de la organización agraria COAG, la campaña se caracteriza por mucha “heterogeneidad” en términos productivos, pues en Andalucía, donde los agricultores ya llevan semanas cosechando, el golpe de calor no afectó de manera importante, ya que el cereal estaba prácticamente granado.

COAG también ha constatado las diferencias en Castilla-La Mancha y la disparidad entre los campos de Cuenca y Guadalajara con los de Ciudad Real, éstos últimos más afectados.

Cataluña y Aragón verán reducida su producción de manera “considerable”, salvándose las zonas de regadío y en Castilla y León hay diferencias entre norte y sur, según COAG.

En País Vasco y Rioja, el cultivo iba con cierto retraso, por lo que la falta de lluvias también ha afectado.

En Castilla y León, primera autonomía productora, la alianza agraria UPA-COAG ha advertido de que la cosecha será “mala”, entre un 25 % y un 35 % inferior a una normal. Ni siquiera las lluvias de los últimos días han podido paliar la situación, pues la ausencia de precipitaciones y el calor de mayo han sido “fatales” para la nueva cosecha.

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