Arranca la Cumbre del Clima: las claves de los primeros días

Fotografía: eltiempo.es

Líderes mundiales que acuden a la cita en vuelos privados. Discursos inaugurales que obvian la incapacidad de los países para cumplir con la ciencia y la justicia climática. Importantes ausencias como la de China, EE UU, India y Rusia que muestran, según Ecologistas en Acción, “la falta de compromiso de las potencias más emisoras con los temas a tratar durante este encuentro”.

Y una sociedad civil que empieza a organizarse para realizar acciones dentro de la Zona Azul porque, este año, el Gobierno totalitario de Abdel Fattah al-Sisi que ostenta la Presidencia de la Cumbre del Clima, no ha permitido la celebración de una cumbre alternativa de los movimientos sociales. Así ha dado comienzo la COP27 en la ciudad egipcia de Sharm El Sheikh.

Durante las ponencias inaugurales de jefes de Estado y altos cargos de los diferentes países a lo largo del lunes 7 y martes 8 de noviembre, se han escuchado grandes palabras y declaraciones de intenciones.

Algunas de ellas han reconocido los enormes impactos que ya está causando el cambio climático e incluso se ha hecho mención a los combustibles fósiles y a la situación de grave emergencia en la que nos encontramos. Pero son muy pocos los líderes de los países que han emitido demandas claras sobre los compromisos y acuerdos a alcanzar durante este encuentro.

En los discursos inaugurales también se ha escuchado a los países occidentales (antiguas potencias coloniales) solidarizarse con los países más vulnerables y admitir la situación alarmante y urgente que países —como son las pequeñas islas del Pacífico— advierten de manera repetida. Sin embargo, han sido los países del Sur global los que se han mostrado más críticos, contundentes y con demandas concretas.

En temas de financiación el presidente de Kenia, William Ruto —como representante del Grupo africano— ha cuestionado con claridad la confianza en el proceso en marcha, ya que hasta ahora el conjunto de países han sido incapaces de movilizar esos 100.000 millones de dólares del Fondo Verde para el Clima prometidos en 2010.

También Mia Amor Mottley, primera ministra de Barbados y una de las voces más críticas en los discursos inaugurales, ha señalado la necesidad de dejar de hablar y pasar a la acción en esta COP27, al tiempo que ha agradecido los esfuerzos de varios países como Bélgica o Dinamarca que se han comprometido ya a destinar financiación en el marco de pérdidas y daños.

Por su parte, el primer ministro de Tuvalu, Kausea Natano, ha pedido la creación formal de un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles. Se convierte así en el segundo país en hacerlo, al sumarse a la petición que ya hizo Vanatu, su país vecino del Pacífico.

Una petición que, en opinión de las organizaciones sociales y ambientales, “puede contribuir a dar un impulso a este objetivo, igual que ocurrió en momentos similares con las propuestas de tratados para hacer frente a la amenaza de las armas nucleares, las minas terrestres y las armas químicas”.

Ecologistas en Acción, que está presente en Sharm El Sheikh siguiendo las negociaciones, ha recordado que la obligación de los líderes es “actuar, y desarrollar las medidas y las transferencias de fondos necesarias para enfrentar la emergencia climática, no pronunciar discursos que ya se han oído cientos de veces”.

Adaptación a la sequía y descarbonización de la economía, la propuesta de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez ha acudido a la cita como máximo representante del Gobierno español y ha aprovechado para presentar el lanzamiento —junto al Gobierno de Senegal— de una plataforma de adaptación a los efectos sobre la sequía.

Durante su discurso ha mencionado los enormes retos que nuestro país enfrenta en cuanto al agua, aunque, según Ecologistas en Acción “se ha reducido el problema de Doñana a una cuestión exclusivamente climática ya que Sánchez se ha limitado a mencionar los problemas por la reducción de lluvias, los cambios en la línea de costa y la penetración de agua salina en los acuíferos”.

Como en muchas otras ocasiones, la organización ecologista vuelve a señalar cómo la  política de agua llevada a cabo por las Confederaciones Hidrográficas es negligente y supone uno de los factores que más están agravando el problema.

En el caso de Doñana, la sobreexplotación del acuífero legal e ilegal, la falta de control de los vertidos o el crecimiento de las hectáreas de regadío son algunos de los problemas más acuciantes que el Gobierno debería abordar de forma urgente.

Un caso que no es exclusivo de la cuenca del Guadalquivir, sino que se repite en todo el país, donde el exceso de cultivos de regadío o el inexistente control sobre la gestión hidroeléctrica están acelerando la desertificación del territorio e incrementando la degradación de los ecosistemas.

El presidente del Gobierno, en la línea del resto de países europeos, también ha insistido en su compromiso frente a la emergencia climática y ha hablado de la hoja de ruta para la descarbonización de la economía española para 2050.

Un plan que, según Ecologistas en Acción, desoye las indicaciones científicas, ya que “las reducciones contempladas son incapaces de garantizar una reducción acorde con el horizonte de 1,5 °C planteado por el IPCC, que debería llevar a reducir más del 55 % de las emisiones en 2030 y alcanzar la neutralidad de las emisiones en 2040”.

Ecologistas en Acción también ha señalado que el discurso de Sánchez sobre la descarbonización es contradictorio con los pasos dados en los últimos meses por la UE y España.

Dichos pasos fomentan el uso de dichos combustibles, especialmente el gas, como por ejemplo: la apuesta por gasoductos submarinos como el BarMar o el gasoducto Barcelona-Livorno, la apertura de regasifcadoras como el Musel o el incremento de importaciones y exportaciones gasistas en nuestro territorio.

En cuanto a la financiación, la organización ecologista ha valorado que los compromisos adicionales de financiación anunciados por España, aunque muy necesarios, son insuficientes para dar respuesta al reto que tiene por delante y a las demandas del Sur global.

Del mismo modo, estos compromisos están alejados del incremento de hasta 1.350 millones de euros prometidos en la pasada COP26. Sin embargo, ha destacado de manera positiva el compromiso con el fondo para la adaptación al que el Estado español ha destinado 93 millones, convirtiéndose en el cuarto mayor contribuyente del fondo .

Por último, Ecologistas en Acción ha echado de menos en la intervención de Sánchez una mención clara al pleno respeto a los derechos humanos. La organización ecologista, como parte de la sociedad civil presente en Sharm El Sheikh, ha demandado a las delegaciones europeas y española que lleve a la Presidencia de la COP27 el reclamo de las organizaciones egipcias “sin derechos humanos no hay justicia climática” y exija la amnistía de los presos políticos del país africano.

En la web:www.ecologistasenaccion.org/212800

Fuente: Ecologistas en Acción